tengo mis cantos
que poco a poco
muelo y rehago
habitando el tiempo,
como le cuadra
a un mujer despierta.
Soy feliz,
soy un mujer feliz,
y quiero que me perdonen
por este día los muertos de mi felicidad...".
OoOOOOoooooOoOo
Y después de tres años en que el temor al dolor me detenía, hoy crucé a la otra orilla y me atreví con mi tatuaje soñado. El símbolo sagrado que marcó, desde que lo conocí por allá por el 2010, un total cambio en mi vida. Un viaje mágico que me ha permitido conocer lo mejor y lo no tan bueno de mi misma, para buscar ser mejor día a día y llegar a amar ser mujer, amarme como nunca, disfrutar y creer que todo lo que sueño lo puedo lograr. Pero sobre todo, sentirme completa, ya no buscando a un otro, sino conmigo misma.
El camino ha sido largo, hermoso, a veces doloroso e incomprensible por momentos, pero de eso se trata la vida: de perderse para encontrarse.
Como dice una canción de Radiohead " por un minuto me perdí a mi misma", pero soy feliz porque hoy, siento que me encontré, que realmente me conozco, me quiero. Me siento completa siendo yo.
Gracias a todos quienes formaron, forman y formarán parte de esta maravillosa experiencia de ser humana, de ser mujer.
Namasté!







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