Porque hay días en que por más que la razón dé su parecer, al abrir el pecho el corazón se dispara, te inunda de preguntas y tú... nada, no puedes responder nada. Solo escucharlo, tratar de explicar que no tiene sentido que permita salir los sentimientos porque la otra parte disfruta como nunca, pero no... pucha que terco es cuando no quiere dejarse controlar y quiere hacer autoeco de las necesidades, sentimientos, sueños y emociones.
En fin, mañana será otro día...
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