Mate y galletas con manjar

De noche en cuando, el mate (compañero de andanzas y danzas astrales) sabe más dulce que de costumbre. Una extraña costumbre de poner manjar en las galletas, hace que el sabor de la hierba se vuelva más dulce de lo que ordinariamente se saborea. Pero lo disfruto, me gusta. Esa mezcla de amargura y dulzura hacen de cada momento no-cotidiano algo sabroso y hasta amable. Y mientras leo a mi infantable amigo Cortaziano, no dejo de sentir que hoy, que no tengo galletas con dulce manjar, me hacen algo de falta. Que cosa más extraña, ¿no? En realidad no tanto para una neurodivergente como yo, claro está.

¡Voalá!

En lo oscuro del camino, una luz se visualiza: impenetrable, cristalina y fulgurante. Ella, como siempre, camina absorta con los ojos clavados en el París de las historias que tanto ama, pero en en este momento del tiempo son solo un recuerdo de los instantes de alegre-soledad-en-compañía-propia.

De pronto, sin mediar mayor pensamiento, cruza la boreal ciénaga virtual y... he aquí el resultado: un regreso a su corriente de la conciencia palpada en la escritura, en su espacio, aquel que nunca ha muerto.

¡Voalá!


Mate y galletas con manjar

De noche en cuando, el mate (compañero de andanzas y danzas astrales) sabe más dulce que de costumbre. Una extraña costumbre de poner manjar en las galletas, hace que el sabor de la hierba se vuelva más dulce de lo que ordinariamente se saborea. Pero lo disfruto, me gusta. Esa mezcla de amargura y dulzura hacen de cada momento no-cotidiano algo sabroso y hasta amable. Y mientras leo a mi infantable amigo Cortaziano, no dejo de sentir que hoy, que no tengo galletas con dulce manjar, me hacen algo de falta. Que cosa más extraña, ¿no? En realidad no tanto para una neurodivergente como yo, claro está.
  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • Twitter
  • RSS

¡Voalá!

En lo oscuro del camino, una luz se visualiza: impenetrable, cristalina y fulgurante. Ella, como siempre, camina absorta con los ojos clavados en el París de las historias que tanto ama, pero en en este momento del tiempo son solo un recuerdo de los instantes de alegre-soledad-en-compañía-propia.

De pronto, sin mediar mayor pensamiento, cruza la boreal ciénaga virtual y... he aquí el resultado: un regreso a su corriente de la conciencia palpada en la escritura, en su espacio, aquel que nunca ha muerto.

¡Voalá!


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • Twitter
  • RSS
Copyright @ [ Sueños en girasoles ] | Floral Day theme designed by SimplyWP | Bloggerized by GirlyBlogger