Un tazón habitual de hierbas,
ha sido el predilecto durante las miles de horas compartidas y reflexivas
suscitadas tras años de lecturas y habladurías inconexas y destiladas por el siempre fiel destino.
Hoy,
ya no es manzanilla-miel el compañero viaje,
sino cualquier sabor que no posea un amargo tierral en sus sienes.
Podría ser menta,
boldo
o incluso algo de strawberries de un costo algo exótico para el bolsillo,
pero mágicamente endulzado
de manera de hacer más agradable la espera de las horas que trancurren presuntuosas
en el divino lugar de encuentros perdurables y ensoñados.
Indudablemente,
me declaro una adicta a todo cuanto tenga un dulzor acuoso, (lo que no significa que me guste todo lo pegajoso, es solo un alcance de terminología culta-barata)
que calme pensamientos
y acompañe la compañía.
Ahora preguntará señor-lector-de-blog:
¿qué cresta tiene de sentido este seudo escrito poemicoso?
Pues bien,
yo le diré simplemente...
deje de buscar un motivo para todo,
porque simplemente en este instante no lo hay,
lo que hay es pura y neta corriente de la consciencia y nada, abolutamente nada más...
ha sido el predilecto durante las miles de horas compartidas y reflexivas
suscitadas tras años de lecturas y habladurías inconexas y destiladas por el siempre fiel destino.
Hoy,
ya no es manzanilla-miel el compañero viaje,
sino cualquier sabor que no posea un amargo tierral en sus sienes.
Podría ser menta,
boldo
o incluso algo de strawberries de un costo algo exótico para el bolsillo,
pero mágicamente endulzado
de manera de hacer más agradable la espera de las horas que trancurren presuntuosas
en el divino lugar de encuentros perdurables y ensoñados.
Indudablemente,
me declaro una adicta a todo cuanto tenga un dulzor acuoso, (lo que no significa que me guste todo lo pegajoso, es solo un alcance de terminología culta-barata)
que calme pensamientos
y acompañe la compañía.
Ahora preguntará señor-lector-de-blog:
¿qué cresta tiene de sentido este seudo escrito poemicoso?
Pues bien,
yo le diré simplemente...
deje de buscar un motivo para todo,
porque simplemente en este instante no lo hay,
lo que hay es pura y neta corriente de la consciencia y nada, abolutamente nada más...






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