
Realmente sentí que debía escribir esto, pues hoy en clase de Derechos Humanos (y desde hace algunas semanas ya), hemos estado tratando el tema de las desapariciones forzadas y torturas vividas en nuestro país en dictadura (cabe comentar que, además, debo leer los informes Retting y Valech).
Y bueno, hoy fue un día bien crudo que estuvo lleno de sentimientos para mí. Nos mostraron un documental que había nunca visto: "Fernando ha vuelto". Realmente terrible. Para quien no lo haya visto, trata sobre un detenido desaparecido, el cual tras 25 años fue identificado. Se mostraba todo el proceso vivido por la familia durante el reconocimiento, velatorio y funeral de Fernando, pero que después de la aceptación en torno a la equivocación ocurrida con los restos de detenidos desaparecidos del patio 29, se dijo que finalmente no era él. Lo que más me impactó, fue ver a su madre. Una abuelita desaparecida en vida, que buscó incansablemente a su hijo, detenido del Estadio Nacional.
No soporté, realmente no pude aguantar ver como los seres humanos podemos llegar a un nivel de maldad tal, que sea capaz de matar y torturar a su hermano y, de paso, matar en vida los sueños de toda una familia. Tuve que salir de la sala, llorando a mares, en medio del documental. No puedo expresar la rabia e impotencia que me produjo todo esto. No entiendo como, aún con todas las evidencias, hay chilenos que se niegan a aceptar que un par de años atrás, miles de hermanos murieron, de la peor manera posible, sólo por querer un país más justo para todos.
Esto, además, me reafirma aún más el papel importantísimo que tenemos todos los educadores para forjar en nuestros niños el valor por la vida y el respeto al otro. Enseñarles que la vida no es un privilegio, sino un derecho. Que nadie puede, nunca, obligarlos a hacer ni pensar algo que no quieran. Saber que en nuestras manos está el futuro, que son ellos y nosotros, los únicos que podemos y debemos luchar día a día por la igualdad y el respeto de nuestra dignidad, pero sobre todo, porque todo aquel que muere por un ideal de mundo mejor, debe ser recordado y jamás olvidado, pues aunque otros traten de decir que nada sucedio "Si ellos están en nuestra memoria, son parte de la historia".
Ni perdón, ni olvido compañeros!
Los invito a ver parte del documental:
"Para que nunca más en Chile los secretos calabozos,
vuelvan a morder la humanidad de mi pueblo,
para que nunca más en Chile
el hambre vuelva a estar en la boca de mi humilde pueblo
Para que nunca más en Chile
la sangre hermana sea derramada,
y no se deje florecer la libertad".
Y bueno, hoy fue un día bien crudo que estuvo lleno de sentimientos para mí. Nos mostraron un documental que había nunca visto: "Fernando ha vuelto". Realmente terrible. Para quien no lo haya visto, trata sobre un detenido desaparecido, el cual tras 25 años fue identificado. Se mostraba todo el proceso vivido por la familia durante el reconocimiento, velatorio y funeral de Fernando, pero que después de la aceptación en torno a la equivocación ocurrida con los restos de detenidos desaparecidos del patio 29, se dijo que finalmente no era él. Lo que más me impactó, fue ver a su madre. Una abuelita desaparecida en vida, que buscó incansablemente a su hijo, detenido del Estadio Nacional.
No soporté, realmente no pude aguantar ver como los seres humanos podemos llegar a un nivel de maldad tal, que sea capaz de matar y torturar a su hermano y, de paso, matar en vida los sueños de toda una familia. Tuve que salir de la sala, llorando a mares, en medio del documental. No puedo expresar la rabia e impotencia que me produjo todo esto. No entiendo como, aún con todas las evidencias, hay chilenos que se niegan a aceptar que un par de años atrás, miles de hermanos murieron, de la peor manera posible, sólo por querer un país más justo para todos.
Esto, además, me reafirma aún más el papel importantísimo que tenemos todos los educadores para forjar en nuestros niños el valor por la vida y el respeto al otro. Enseñarles que la vida no es un privilegio, sino un derecho. Que nadie puede, nunca, obligarlos a hacer ni pensar algo que no quieran. Saber que en nuestras manos está el futuro, que son ellos y nosotros, los únicos que podemos y debemos luchar día a día por la igualdad y el respeto de nuestra dignidad, pero sobre todo, porque todo aquel que muere por un ideal de mundo mejor, debe ser recordado y jamás olvidado, pues aunque otros traten de decir que nada sucedio "Si ellos están en nuestra memoria, son parte de la historia".
Ni perdón, ni olvido compañeros!
Los invito a ver parte del documental:
"Para que nunca más en Chile los secretos calabozos,
vuelvan a morder la humanidad de mi pueblo,
para que nunca más en Chile
el hambre vuelva a estar en la boca de mi humilde pueblo
Para que nunca más en Chile
la sangre hermana sea derramada,
y no se deje florecer la libertad".
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