Cada vez que veo Amélie siento que mi vida se parece tanto a la de ella. Sin que nadie se de cuenta, he tratado de hacer muchas cosas para que los demás sean felices, hasta ahora. Me he equivocado, pero en otras creo que lo he logrado.
La verdad es que mi infancia fue un tanto solitaria, sí. En un barrio de ancianos, me divertía haciendo ropa a mis muñecas o jugando con mis animales. En el colegio nunca fui muy amiga de nadie, aunque siempre que me necesitaba quien fuere, ahí estaba.
Disfruto de las cosas más impensadas. Es impresionante que, tal como ella, adoro poder introducir mi mano en los sacos de lentejas y porotos del negocio de mi padre.
No sé, tanta coincidencia. Siento como si fuera la película de mi vida o algo más allá. Es extraño, emociones y sentimientos que no puedo explicar.
Sólo algo falta para ser la vida misma mía, justamente lo que ella logró encontrar y que pensé también lo había hecho, pero cada vez veo más lejano.
Soy feliz de lo que la vida me ha regalado, pero quisiera por un segundo, saber que no me equivoqué y que eras tú el que realmente busqué. Mirando esas nubes con formas impensadas, con tu naturaleza y tu diferencia.
Te imagino y te vuelvo a imaginar. Dónde estarás ahora?

Me voy a Concepción por el fin de semana, necesito pensar...

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Los invito a verla online: http://www.divxonline.info/pelicula/1116/Amelie-2001/

Realmente sentí que debía escribir esto, pues hoy en clase de Derechos Humanos (y desde hace algunas semanas ya), hemos estado tratando el tema de las desapariciones forzadas y torturas vividas en nuestro país en dictadura (cabe comentar que, además, debo leer los informes Retting y Valech).
Y bueno, hoy fue un día bien crudo que estuvo lleno de sentimientos para mí. Nos mostraron un documental que había nunca visto: "Fernando ha vuelto". Realmente terrible. Para quien no lo haya visto, trata sobre un detenido desaparecido, el cual tras 25 años fue identificado. Se mostraba todo el proceso vivido por la familia durante el reconocimiento, velatorio y funeral de Fernando, pero que después de la aceptación en torno a la equivocación ocurrida con los restos de detenidos desaparecidos del patio 29, se dijo que finalmente no era él. Lo que más me impactó, fue ver a su madre. Una abuelita desaparecida en vida, que buscó incansablemente a su hijo, detenido del Estadio Nacional.
No soporté, realmente no pude aguantar ver como los seres humanos podemos llegar a un nivel de maldad tal, que sea capaz de matar y torturar a su hermano y, de paso, matar en vida los sueños de toda una familia. Tuve que salir de la sala, llorando a mares, en medio del documental. No puedo expresar la rabia e impotencia que me produjo todo esto. No entiendo como, aún con todas las evidencias, hay chilenos que se niegan a aceptar que un par de años atrás, miles de hermanos murieron, de la peor manera posible, sólo por querer un país más justo para todos.
Esto, además, me reafirma aún más el papel importantísimo que tenemos todos los educadores para forjar en nuestros niños el valor por la vida y el respeto al otro. Enseñarles que la vida no es un privilegio, sino un derecho. Que nadie puede, nunca, obligarlos a hacer ni pensar algo que no quieran. Saber que en nuestras manos está el futuro, que son ellos y nosotros, los únicos que podemos y debemos luchar día a día por la igualdad y el respeto de nuestra dignidad, pero sobre todo, porque todo aquel que muere por un ideal de mundo mejor, debe ser recordado y jamás olvidado, pues aunque otros traten de decir que nada sucedio "Si ellos están en nuestra memoria, son parte de la historia".

Ni perdón, ni olvido compañeros!

Los invito a ver parte del documental:

"Para que nunca más en Chile los secretos calabozos,
vuelvan a morder la humanidad de mi pueblo,
para que nunca más en Chile
el hambre vuelva a estar en la boca de mi humilde pueblo
Para que nunca más en Chile
la sangre hermana sea derramada,
y no se deje florecer la libertad".

La copa está vacía
y el cielo azulado,
ahí arriba.

Los tiempos siguen,
los causes iguales en rumbo,
las creencias se extinguen,
todo continúa,
y todo se olvida.

Los días transcurren
y la vida te mira,
muda, con ropajes nuevos,
y sin un gramo de utopía.

Las utopías no existen,
los amores tampoco,
el camino simboliza el futuro
y los sueños
develan cuanto hay y uno hubo.

El paso del pescador silencioso
se vuelve parte del futuro.
Presente, ausente,
de las mentiras reales
que demuestra el oculto,
pero presente caminante
sin ser en algo absurdo.

Entre los ríos de sentidos dejados.
¡Qué fácil es descubrir todo lo que mantuviste oculto!

Hoy es el día
en que un cigarro encendido
acabó por mostrarme que jamás,
en alquella alcoba pálida de estrellas,
el hombre de barba caída
dejó al sol ser parte de su mundo.

A veces nos comportamos como tontos,
hacemos el papel de idiotas
pidiendo incluso perdón por nuestros actos
y pensando en el daño causado, pero aquí cabe la pregunta, ¿acaso el otro estará preocupado o más aún le interesará lo que sucedió? No, definitivamente no.

Por eso me quedo con las sabias palabras de Cerati en su canción Tracción a Sangre: "Preferí callar, a esta hora de la vida es lo mejor", definitivamente sí es lo mejor... callar y olvidar.

Los días de lluvia son algo mágicos, pues traen a la mente sensaciones y momentos que, por sanidad, hemos dejado congelados e, incluso, resguardados. No sé, pero es difícil explicar la magia y el cúmulo de situaciones que esconde en su interior una gota de lluvia.

Hace un rato, miraba por mi ventana y traté de vislumbrar algunos de los detalles que he tenido celosamente durmiendo estas semanas y, por un momento, se aparecieron un millón de momentos frente a mí, haciéndome reír y ver como el tiempo va borrando la suciedad que las horas pueden dejar sobre ellos. Sinceramente, pienso que el tiempo es el mejor amigo no del olvido, si no de uno mismo, pues éste se encarga de borrar de tu mente, para siempre, los malos recuerdos y dejar sólo los buenos, y así pasadas las horas, los días y meses, puedas sonreir y dar gracias por todas esas fotografías que acumulas en tu interior.

Por un instante me dieron ganas de verte y saber qué ha sido de ti. Este día te ha traído de vuelta y aquí estás, aquí estaremos, aquí estamos y estuvimos. Siempre en mis buenos recuerdos. Esa es la maravilla de la vida

Como no puedo poner el video, aquí va la canción de hoy, día de lluia y recuerdos: http://www.youtube.com/watch?v=y6iUd3WNwAI

No entiendo nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada... I don't know!

Y así me voy a estudiar, sin entender nada, de nada.
Sin entender las señales,
sin comprender dónde quedó el diagrama de la situación,
no sabiendo cuándo fue que el remo se fue lejos, sin siquiera decir... nada.
Sin quererlo,
pero queriendo descubrir lo no dicho,
el pacto propuesto no propuesto,
el bla, bla denotador.
Sin saber, sin decir, sin pensar. Sólo sintiendo.

Usted señor-lector-del-blog, entiende algo de esto?