La sensación de que el círculo se completa nuevamente saltaba a la vista. Las vidrieras mostraban la cuánto faltaba para terminar el camino.
Sentíase tonto, pero todo lo comprendía. Odiaba en el fondo ser más abstracto y comprender entre cuentas lo que sucedía.
Fácil sonreir, fácil soñar, fácil engañar, fácil mentir, fácil hacer, fácil deshacer, fácil culpar a otros, fácil ser feliz con otros, fácil develar en otros, por medio de imaginarias rectas perpendiculares que derivan a no sé donde, los propios traumas y alegrías asinceras.