
(Foto de la llegada de la lluvia a Punta Arenas)
Esto de estar haciendo un curso en el verano no se lo recomiendo a nadie. Santiago cada vez se pone más y más asqueroso: metro lleno (bueno desde la "gran" inauguración de Transantiago), un calor de mil demonios y la incertidumbre de si realmente éste sirve de algo. Todo sea por egresar, todo sea por a finales de año cumplir uno de mis más grandes sueños desde pequeña: tener mi título universitario.
Summer camp de las bolas, pero bueno ya vendrá febrero y mis merecidas vacaciones. No sé bien donde éstas me llevarán, sólo espero que sea al sur. Es que no hay lugar más lindo que el sur de Chile. Un mes solamente y volveré a sentir esa lluvia que Santiago envidia, esa calidez que sólo la gente del sur puede entregarte.
Clases de inglés en verano, ese es mi súper castigo por no haberme preocupado antes del fucking test, pero bueno como dicen todo lo malo tiene su recompensa y la mía, de seguro será un rico pan amasado sureño.
¿Qué más se puede pedir?